ECONOMÍA CIRCULAR
Contrasta con el modelo económico lineal tradicional, basado principalmente en el concepto “usar y tirar”, que requiere de grandes cantidades de materiales y energía baratos y de fácil acceso. El sistema económico vigente se desmarca diametralmente del ciclo de vida de la naturaleza y choca el desarrollo sostenible, enfocado al largo plazo.
De este modo la función de la economía circular es utilizar la mayor parte de materiales biodegradables posibles en la fabricación de bienes de consumo para que éstos puedan volver a la naturaleza sin causar daños medioambientales al agotar su vida útil.
Hay varios rasgos que definen cómo es la economía circular y son los siguientes:
La característica principal es el residuo que se convierte en recurso. Todos los materiales biodegradables se devuelven a la naturaleza y los materiales no biodegradables se reutilizan.
El siguiente uso es reintroducir en el ciclo económico productos que ya no satisfacen las necesidades originales de los consumidores.
Reutilización es reusar determinados residuos, o partes de ellos, que todavía pueden utilizarse para producir nuevos productos.
La reparación consiste en encontrar una segunda vida para los productos rotos, y el reciclaje se basa en utilizar los materiales que se encuentran en los residuos.
La valorización que es aprovechar energéticamente los residuos que no se pueden reciclar, junto a la eliminación de los combustibles fósiles para producir el producto, reutilizar y reciclar.
La eco-concepción, o considerar los impactos medioambientales a lo largo del ciclo de vida de un producto y los integra desde su concepción, y el establecimiento de un modo de organización industrial en un mismo territorio caracterizado por una gestión optimizada de los stocks y de los flujos de materiales, energía y servicios.
Medidas como la prevención de residuos, el diseño ecológico y la reutilización pueden ahorrar dinero a las empresas de la UE al tiempo que reducen las emisiones anuales totales de gases de efecto invernadero. Actualmente, la producción de los materiales que utilizamos a diario es responsable del 45% de las emisiones de CO2. El cambio a una economía más circular podría traer beneficios tales como una menor presión sobre el medio ambiente, mayor seguridad en el suministro de materias primas, estimulación de la competitividad, innovación, crecimiento económico (un 0,5 % adicional del PIB) y empleo (se crearán unos 700.000 puestos de trabajo) para 2030 solo en la UE.
Kenneth Alston es asesor principal de la Plataforma de Economía Circular de las Américas y la Fundación para el Desarrollo Sostenible de las Américas (ASDF por sus siglas en inglés). Es ex director global de innovación de productos sustentables de SC Johnson y especialista en economía circular, y en sostenibilidad corporativa con más de 35 años de experiencia. A su juicio, las personas deben cambiar el paradigma sobre cómo vivimos en el planeta y partir de pequeños detalles como el uso correcto de los conceptos: “hay que eliminar la palabra ‘consumir’ y cambiarla por ‘usar’”, dice
En conclusión, el modelo de economía circular es ideal, y aplicarlo en la sociedad daría efectos muy positivos, puesto que es muy rentable y ecofriendly.

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